lunes, 24 de septiembre de 2012

Feliz Cumpleaños, abuelo.


Hoy cumples años abuelo, en concreto 97.

¡Muchísimas Felicidades!

Aunque estemos lejos el uno del otro, sé que estarás muy bien acompañado ahí arriba.

No pasa un sólo día sin que me acuerde ti. De ti y de la abuela Tatá. De nuestras tardes de siestas y paseos por Castelar cuando el Sábado se convertía en mi día favorito.

Cuando me llamabas Curro y a escondidas de la abuela y mamá, me dabas una moneda de 500 pelas para que me comprase unas chuches en el kiosko de la cuesta del gas...

Os echo muchísimo de menos, a Curro y a Tatá...a mis abuelos de Puertochico.

Muchas gracias por los 15 años que me dejaste disfrutar contigo. De lo bueno y de lo malo. Muchas gracias por enseñarme todo lo que me enseñaste.

Un beso muy fuerte abuelo, y felicidades.





sábado, 8 de septiembre de 2012

Cuando llueve en soledad.


Hoy es un día de esos en los que me encantaría que el telón bajase, se apagara la luz y me pudiera quitar esta maldita careta que nunca acabó de sentarme bien.

Ver las butacas vacías, escuchar el silencio del mejor aplauso, ese que nadie te dará.

Disfrutar de la inmensa soledad de este teatro. El teatro de la vida. Una soledad que antaño me asfixió y de la que hoy hago la mejor pareja de baile.

Siempre es la misma función, el mismo espectador, el mismo escenario.

Bailemos sin que nadie nos vea.
Lloremos sin que nadie nos oiga.
Soñemos sin que nadie lo sepa.

Ríos de soledad, sueños en alquiler, lágrimas de metal.

Porque estos días sólo llueve en soledad.

martes, 4 de septiembre de 2012

Porque hay amaneceres que bien valen las mil y una noches.




Alejarme quiero
de esta vida que yo vivo sin convencimiento.
y adentrarme en el tiempo de las luces,
barros vivos encendidos por la mano
del misterioso alfarero.

Mozas de risueño gesto en calma me encuentran
como a un Góngora perfecto,
perviviendo lejos del bullicio,
Con mi rosa amarilla, con mi rosa de los precipicios.

Alejarme quiero. Adentrarme en el silencio,
Alejarme quiero. Abandonar esta senda.
Alejarme quiero.

Rosa de Alejandría, rosa amarilla.
hoy has de ser mi guía, rumbo entre islas.
faro de mediodía, rosa sencilla.
Alúmbrame en esos amaneceres de tinieblas.
Guíame en esas noches de mentiras.

domingo, 2 de septiembre de 2012

En aquella lejana inmensidad.



Buscar una isla de orilla esmeralda y adormecerse.
Desnudo cuerpo, serena mente.
Buscar una isla de orilla esmeralda.
Quién pudiera, quién supiera besar el desaliento.
Despedirlo con gesto de homérico viajero, buscar declives y curvas y sembrarlas de pálidos reflejos.
De pálido reflejo.

A un universo de olas, a un universo de mares de trigo y olivos.
Buscar una orilla de isla esmeralda y adormecernos.
Soleados días, dulces inviernos.
Buscar un paraje desnudo, desierto.
Quién pudiera, quién supiera sembrar el desconcierto.
Despedirse con gesto de homérico viajero.
Buscar declives, resguardo, sotavento y pálidos reflejos.
Pálido reflejo.

Volveré a abrir el cajón de la memoria donde se guardan ordenadas las limpias reservas, volveré sobre tus días, confusa y amada historia.
Volveré sobre mis pasos.

Mi sueños son palomas mensajeras que se pierden entre las antenas, sobre la ciudad, y no vuelven jamás.
O regresan con una rama de olivo en el pico y se quedan a esperar junto a algún portal.
Tus sueños son redes de pescador.
Cortinas sobre puertas encaladas con un ribete azul.

Yo vi a la mujer de cabellos ondulados de sierpes bajar corriendo por la ladera hacia los llanos donde la fiesta silva.
Yo vi los brillos en el borde de las copas durante aquella noche.
Vi flotar herrumbre de rejones en un instante que clava y se gira a mirarte.

Te vi flotar, herrumbre de rejones en un instante que pasa y te giraste a mirarme.
Supe que tu quejido, carne insomne, de mi efímera carrera hacia el confín del horizonte.
Ardió mi memoria y el mundo bosque en llamas.
Ardió mi memoria...

Si te vienes conmigo, si te vienes conmigo pararemos a la vera del camino, para ver los árboles vestirse de hojas.
Si te vienes conmigo, volaremos confundidos entre jilgueros y rosas.
Si te vienes conmigo, si te vienes conmigo partiremos sin destino hacia algún lugar perdido, seremos acratas de bajo consumo.

Seremos, literalmente, la rosca desgastada del beso de tornillo.
Seremos en aquella lejana inmensidad.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tachando días



Es irrisorio este récord que juntos hemos marcado. Nuestro primer récord. Pero, por algo se ha de empezar, ¿no?


Ya tienes una hoja de calendario que arrancar. Ya sólo queda otro más para atravesar la frontera de la delgada línea que nos separa del fracaso. “Que nadie te amará tanto como yo, si ahora pudiese estar mirando tus ojos, iba a estar escribiendo aquí esta canción”, cantaba Manolo García y yo lo suscribo. Si pudiera estar rodeando tu cuerpo con mis brazos, inundando tu cuerpo con mis besos, envolviendo tu cuerpo con el mío.


Perderme contigo de la mano en el rincón más inhóspito del lugar más alejado de la civilización más incivilizada que conocieses. Perdernos tú y yo. Y encontrarnos a nosotros mismos, sin tapujos, sin vergüenzas, sin disfraces. Tú y yo, a solas.


Ya puedes ir tachando los días de esta nueva cuenta atrás que hoy empezamos.


Una terraza en cualquier canal sobre Venecia, o una mesa de comedor francés…donde sea pero contigo.


Porque sólo quedan 30 días para divisar los días de Octubre que junto a ti me traerán otro mes más contigo.


Lo siento, te quiero.


Te quiero, y lo siento.