martes, 4 de septiembre de 2012

Porque hay amaneceres que bien valen las mil y una noches.




Alejarme quiero
de esta vida que yo vivo sin convencimiento.
y adentrarme en el tiempo de las luces,
barros vivos encendidos por la mano
del misterioso alfarero.

Mozas de risueño gesto en calma me encuentran
como a un Góngora perfecto,
perviviendo lejos del bullicio,
Con mi rosa amarilla, con mi rosa de los precipicios.

Alejarme quiero. Adentrarme en el silencio,
Alejarme quiero. Abandonar esta senda.
Alejarme quiero.

Rosa de Alejandría, rosa amarilla.
hoy has de ser mi guía, rumbo entre islas.
faro de mediodía, rosa sencilla.
Alúmbrame en esos amaneceres de tinieblas.
Guíame en esas noches de mentiras.

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