sábado, 9 de mayo de 2015

Hogueras, playas, luciérnagas y mariposas.

Abro la ventana y huele a verano, huele a mar.
A ese mar que tan bien suena en Santander.
A ese verano que tanto esperamos cuando la lluvia cala hasta los huesos.

Mayo.

El mes de todos los pres.
Los pre-exámenes.
Las pre-fiestas de verano.
Los pre-noviazgos de Julio, Agosto y quizás, si va bien, algún Septiembre.

Que el fin del mundo te pille bailando.
Frase que a estas alturas de la primavera, cuando la sangre lleva ya un par de gintoics, se empieza a convertir en el leitmotiv de todo joven soñador, inconformista y algo peculiar (ahora se les llama bohemios - incluidme -).

Operación bikini.
Hay que lucir tabletilla en el Puntal. Que las chicas se tiren en marcha de la lancha cuando te vean surcando los 7 mares y algún océano más.
Yo soy de los que suele preguntar: - ¿de qué te vale ser más fuerte si no sabes mejor? Quizás porque a mi me tire más la barra del chiringuito con unas rabas y una caña que andar en bici mientras ojeas el periódico. (Nótese la ironía). Los fofisanos estamos de moda, chicas. Sabedlo. Como escribió Mackenzie Pearson, nos caracterizamos por hacer ejercicio un par de veces a la semana, beber alcohol con facilidad los fines de semana y comernos (esto lo incluyo yo) un cocido montañes los Domingos con la familia.

El caso es que por h o por b, llega Mayo y a todos nos entran ganas de conocer al amor de nuestra vida - algunos ya lo conocen -de exprimir en 3 meses concentrados media parte de nuestra vida, de protagonizar con los amigos nuestro particular anuncio de "Estrella Damm" y de besar, al final del mismo, en una playa y por la noche (si hay hoguera mejor) a la madre de nuestros hijos.

Son sueños.
Y permíteme, Calderón, que ésta vez y sólo ésta, contradiga a Segismundo en su conocido soliloquio, cuando intentando autoconvencerse susurró al mundo: -Y los sueños, sueños son-.
Sólo en verano, nuestros sueños son nuestra única realidad.
Sólo en verano, un gramo de pensamiento vale más que un kilo de movimiento.
Porque sólo quién espere lo inesperado, acabará descubriéndolo.

Pues eso.
Hogueras, playas, luciérnagas y mariposas.

El verano nos espera.
Nosotros llevamos esperándole (soy de Cantabria) desde Septiembre del pasado.


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