jueves, 12 de diciembre de 2013

Algo más que un "te quiero de momento".



Hay cosas en la vida que son maravillosas, jóvenes, sorprendentes, gratificantes, hermosas, llenas de vida y color. Por desgracia, muchas de ellas se pudren y se vuelven negras. Le sucede a las rosas, a la madera, a la piel...pero no le pasa igual al amor. Si piensas que sí, hablamos de amores diferentes.

Los seres humanos somos cuerpo. Pero somos algo más: somos personas, tenemos un interior tremendamente humano, muy nuestro; íntimo, de hogar, de afecto, inteligente y libre.

Derramamos lágrimas que expresan emociones, a veces muy elevadas. Somos muy humanos. Y es que los gestos de cariño, además de expresar eso, cariño, expresan también entrega personal en espera de ser respondida.
Al dar la mano, ofrecemos con ella algo de nosotros mismos. El gesto del abrazo es muy elocuente: es ofrecerse y a la vez poseer el cuerpo de otra persona por un momento.

Y es que no abrazamos a cualquiera por la calle. El abrazo pide confianza. Al igual que los besos. Tiene que haber de muchos tipos: de hijos, de nietos...al igual que hay modos de besar, de abrazar, que expresan un cariño distinto de los demás cariños. Uno que no se quiere compartir, que busca intimidad entre dos, para que nadie coja nada, ni siquiera con la vista.

Y aquí viene el pudor. Protegerte para que no te hagan objeto del placer. La gente guapa no necesitamos enseñar (risas, por incluirme) ya sabemos lo que somos. "no te fijes en eso que tienen todos, sino en mi".

Lo difícil es juzgar si cedemos al placer por amor o porque gusta. Soy de los que piensa que sólo el matrimonio demuestra que se hace por ambas cosas. Cualquiera podemos ofrecer sexo: basta con dejarnos llevar por el impulso. Pero no todos saben sacrificarse por los demás; ÉSTE ES EL AVAL VERDADERO QUE DEBERÍA BUSCAR UNA PERSONA PARA COMPARTIR SU AMOR, una vida.

No sabe sacrificarse quien desecha lo que exige sacrificio, y los defectos de otra persona lo exigen.

De todas maneras, creo que hay una verdadera liberación sexual. ¿y sabes cuál?: la del tiempo.

Ninguna persona quiere ser amada sólo por un tiempo, por muy grande que sea ese amor. "Te quiero por encima de todo y por eso te doy mi cuerpo. Pero dentro de un tiempo...¿quién sabe...?". "No hay nadie más para mi que tú...de momento" (todos lo hemos sufrido).

Y es que a veces se pierde el control. También con la expresión del cariño. No siempre se expresa lo que se quería, sino mucho más. Un afecto, y su gesto, llaman a otros mayores, crece la pasión, la temperatura; viene entonces el fuego y acabamos perdiendo el control. Cortar por lo sano es la solución, diría un cirujano en plena operación. Pues eso.

Porque si se llegó a todo con alguien antes de casarse, es mucho más fácil llegar a todo con alguien más después de casarse. "Si descorchas la botella, pueden beber todos". Dejamos el amor en un cajón y con él, la misma confianza que pedimos con el abrazo.

Porque el amor ha de ser y es paciente, es afable; no tiene envidias ni celos; no es presuntuoso; no es provocativo ni egoísta; no piensa mal. Disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, aguanta todo. El amor nunca muere. 

El amor es lo más grande que hay en esta vida y en la otra. 

Porque todos reclamamos un amor definitivo.

Porque todos pedimos algo más que un "te quiero de momento".

No hay comentarios:

Publicar un comentario