sábado, 3 de octubre de 2015

Hasta qué...? tú quieras.

No soy yo.
Es mi lápiz.
Qué conste.
Ni más.
Pero tampoco, ni menos.

-------------------------------------

Quizás no seas tú,
Tal vez no sea yo,
Aunque, presumiblemente, seamos los dos.

¿Algo que objetar?
No pretendo hacer la mili.
¿Por qué me dices eso?
Porque no soy objetor.
¿Y de mi?
De ti, ¿qué?
De mi...¿qué eres?

Lo que tu quieras que sea.

Puedo ser el vestido que abrace tu cintura.
El maquillaje que anestesia las ganas que de ti, me entraron anteanoche.
Puedo ser el carmín que coloree la sonrisa con la que pintas cada palabra que atesoras en tu boca.
Pero si lo prefieres, puedo sólo ser, la media naranja con la que exprimas tus mejores buenos días.

Quizás no nos conozcamos.
Tal vez nunca sepamos de nosotros.
Presumiblemente hoy leas lo que, para ti, escribo.

Contigo no quiero ni París.
Ni Roma. Quizás sí, al revés.
Tampoco Santiago.

Contigo prefiero mi casa,
cogerte las manos
y guiarte a donde jamás has estado.

Ida sin retorno,
amor con insomnio,
cafés de madrugada
y sexo por placer.

Contigo, sí.
Hasta envejecer.
Porque no se trata de ser amantes,
tampoco novios.
Tal vez tampoco amigos.
Ser siempre y por siempre, el uno del otro.

Y aunque seguramente seas más perfecta que una tilde bien puesta,
Adiós.
Porque no hay nada más triste.
Porque hasta nunca es hasta nunca, pero un adiós es...
¿hasta qué?



No hay comentarios:

Publicar un comentario