Se pasó la tarde probándose vestidos.
Él se la paso imaginándola desnuda.
- ¿Por qué eres tan melancólico? - le preguntó.
- Supongo que porque en el pasado, ella y yo seguimos estando juntos.
- ¿Era guapa? - volvió a preguntar ella.
- Era infinita.
- ¿Y aquello fue el punto y final?- insistió.
- No, aquello sólo fue un punto más de sutura entre muchos puntos suspensivos.
- ¿Y entonces, qué paso?
- Que se asfixió.
- ¿Quién, ella?
-No, el punto suspensivo del medio.
Lo que pasó es que nunca se tomaron en serio la idea de desnudarse hasta que no acabaron de hacer el amor.
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