domingo, 11 de marzo de 2018

Ikigai. Lo llaman. Te llamo. Porque eres el mio.

Ikigai.
Lo llaman.
Te llamo.
Porque el mio lo eres tú.

Según los japoneses, todo el mundo tiene su Ikigai. Su motivo para existir.
Algunos lo han encontrado y son conscientes.
Otros lo llevan dentro pero todavía lo están buscando.

Hacía 28 años que lo llevaba dentro y sin saberlo, en Octubre del 2017 lo descubrí.
Refugiándose aquella mañana de frío otoño mientras me esperaba.
Sin ella saberlo y sin yo buscarlo.

Tienes talento ratón. Entendido como la inteligencia bien dirigida, que elige adecuadamente sus metas y los medios para conseguirlas. Y ahí que vas...imparable, implacable, rotunda, eficaz.
Porque tienes talento, Musi. Puede que aún no te hayas dado cuenta, pero ahí está. Escondido entre tus frustraciones y tus miedos al qué dirán. Igual está disfrazado de hobbie, vestido de algo que siempre haces por diversión. Porque te relaja.  Aquello por lo que te daría vergüenza tener que cobrar porque harías con gusto incluso gratis. Como lo haces. Aquello que piensas que deberías pagar para poder desempeñarlo. Aquello que jamás llamarías trabajo. Aquello de lo que jamás te quisieras jubilar.

Tienes talento. Esa habilidad para sorprender al que lo descubre. Con sabor a limón, a zanahoria, a naranja o a media luna...ese don, ese no sé qué. Esa facilidad. Seguramente te cueste creer que alguien algún día pueda llegar a valorarlo.

Yo ya lo hago.

Entre lo que te gusta y lo que se te da bien está lo que les gusta a los demás., que es lo mismo que decir que en algún lugar, en algún momento, existirá alguien dispuesto a compensártelo.

El problema no es por tanto tener talento. Ya hemos quedado que lo tienes. Y mucho. El problema está en descubrirlo a tiempo. Y todavía NO ESTÁS EN ESA EDAD. Como yo.

Por tanto, si el problema no es tener talento, porque lo tienes. Si el problema no está en llegar a tiempo porque aún lo estás. Si el problema no es nada que tenga que ver con ello...mírame a la cara y respóndeme: ¿A qué esperas?

¿Quién no lo ha sentido alguna vez?
¿Quién no se ha escondido debajo de la sábana esperando que el monstruo pasara de largo?
¿Quién no se ha echado a temblar en el peor momento?
¿Y a quién no le han fallado las piernas, el pulso, la voz?

Dicen que todo se acaba pasando, pero no es verdad.

Tengo miedo a perderte.
Tengo miedo a sentirme vulnerable.
Tengo miedo a tener que comprobarlo algún día.

Dicen que los frágiles son los que más fantasmas acumulan.
Pero estoy convencido de que es al revés. Que igual que no hay fortaleza sin debilidad, tampoco hay valentía sin miedo.

Al final un héroe no es más que alguien dispuesto a librar la batalla que todo el mundo dio por perdida.

Por eso, tú, además de ser mi mayor COMPROMISO, eres también mi heroína. Porque no te das por vencida ratón.

"Que bonito caminar detrás de ti, llevarte siempre delante.
Cuando giras la cabeza estoy aquí y nunca voy a marcharme.
¿Cómo puede caber en tu cuerpo todo ese talento?
¿Cómo puede caber ahí dentro?
En ese amasijo de huesos".

Mi ikigai.
Mi motivo para existir.
Tú.

Sin anestesia. Sin dudas. Sin miedo.

Te quiero "S".


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