"Porque hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse como a una ventana llena de sol".
jueves, 4 de diciembre de 2014
Entre el deseo y el arrepentimiento...
Y te conté que me enamoré de otras, pero que era distinto querer acostarme con una mujer que desear despertar con ella a mi lado.
Porque hay chicas que te alegran la piel pero no el corazón.
Y que en vez de querernos mucho, deberíamos probar a querernos bien. Pero de todo nos dimos cuenta tarde.
Porque tú no sabías luchar. Tú sólo sabías sacar las armas.
Y que no hay cicatriz, por brutal que parezca, que no encierre belleza. Que podemos encontrar en cada una de ellas el nombre y el lugar de quién empezó a coserlas.
Porque las cicatrices son las costuras de la memoria. Un remate imperfecto que duele al recordar.
Y que la mejor forma de encontrar a la vida era desordenando la felicidad. Quizás por eso tú y yo nunca la encontramos.
Porque sólo fuimos capaces de ser felices un rato.
Lloraste. Lloré.
Pero antes de cerrar la puerta te dije: "tuvimos la mitad de lo que pudo ser y lo triste es que no fue la parte buena".
En realidad nunca te lo dije.
Sólo lo pensé.
Porque entre el deseo y el arrepentimiento sólo hay un orgasmo de por medio.
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