domingo, 27 de diciembre de 2015

Sí, quiero.

Porque la vida tiene que tener momentos de locura. Si no, todo sería un eterno Lunes. Porque la locura es el estado en el que la felicidad deja de ser inalcanzable. Por eso hace poco te escribí. Porque estaba harto de quedarme con las ganas de pedirte que fueras el queso de mis macarrones.

Siempre me cruzo contigo entre cerveza y cerveza. Y no por acordarme de tu pelo las pido rubias. Porque moreno flamenco es el color de tus ojos a tu pelo.

Porque aunque todos tenemos días en los que creemos que el sol brilla más en otra parte del mundo, yo, contigo, no necesito que sea fácil, sólo que sea posible. Porque la libertad y tu belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar.

Porque a veces me pregunto si un recuerdo es algo que se tiene o algo que se ha perdido.

Porque yo, contigo, empiezo a preferir querer tener que querer olvidar.

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