lunes, 28 de diciembre de 2015

Entre citas y alguna comilla.

Cuando te encuentres ante dos opciones y tengas que elegir, simplemente lanza una moneda al aire.

Es un truco que siempre funciona, no sólo porque por fuerza siempre te saca de dudas, sino porque en ese breve momento en que la moneda está en el aire, de repente, sabes que cara quieres que salga.

Y es entonces cuando el resultado ya no importa, porque hace milisegundos que saliste de dudas.

Elige siempre a aquellas personas que te miren como si fueras magia. Ese es lado bueno de la moneda. Porque, a veces, sólo necesito veinte segundos de loca valentía, de coraje vergonzoso. Y casi siempre, algo muy grande acaba saliendo de ahí.

Y recuerda siempre sonreir. Porque lo bonito no está en cómo vistes. Ni siquiera en el perfume con el que dejas estela. Lo bonito, siempre, está en cómo hablas a los demás sin despegar los labios de tu boca. Tu sonrisa te dibuja unas comillas preciosas en la cara.

Es por eso que quizás, hayas logrado ser, mi cita favorita.

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